Aplicación de la doctrina de los actos propios

Doctrina de los actos propios, seguro de automotores, compañía de seguros, buena fe, incumplimiento contractual

En el caso "Rivas c/Cardinal Cía. de Seguros" las partes habían celebrado un convenio por el cual la demandada se comprometía a abonar a los actores una indemnización menor que la pactada originalmente en virtud de la destrucción total del automóvil asegurado.

Ante el incumplimiento de la CompaÑía aseguradora la actora inició una acción reclamando el cumplimiento del contrato original y la demandada opone como defensa la doctrina de los actos propios. El Juez de Primera instancia hace lugar a la defensa opuesta. Dicha sentencia es revocada por el tribunal de Alzada con los siguientes argumentos: a) inexistencia de contradicción en la conducta de los actores. Ellos celebraron un convenio que fue incumplido por la compaÑía de seguros, por lo tanto mal pueden quedar atados a él, sino que renació la obligación original, la cual nunca fue renunciada, b) la mala fe de la demandada, al incumplir lo convenido, pese a los requerimientos de los actores.

La contradicción que debe existir entre dos actos realizados por un mismo sujeto para que la doctrina de los actos propios sea aplicable debe ser cierta y tener la virtualidad suficiente de oponerse entre sí y producir efectos jurídicos.